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En mi familia hay mucha tradición de cocinar juntos, no sé si lo sabéis, pero en Zamora las comidas tienen al menos seis platos distintos, por lo menos en los pueblos. Los olores y los sabores me transportan a personas y momentos de la vida que quedaron grabados en la pituitaria.
Mi bisabuela y sus fiyuelas (de Ferreras) de desayuno, o su cocido en el caldero colgando seis horas sobre la brasa. Mi abuela Jose y sus rosquillas (nunca he probado otras iguales) mi recuerdo atando los dos «cabos» de un montón de «palitos» de masa que ella había colocado para que les terminara de dar forma, mientras en la sartén aromatizaba el aceite con la cáscara de una naranja.
Mi abuela Isabel y sus costillas de cerdo hechas a la lumbre con ajo y perejil, la de ratos que pasaba yo alucinando y achicharrándome la cara mientras miraba las brasas darse besos unas a las otras cuando se rompían y se chocaban en llamitas, ese sabor de leña en la comida era LA FELICIDAD
Las croquetas de mi madre y mis incursiones en secreto y de puntillas cuchara en mano para comerme la bechamel mientras se endurecía. Los domingos de lluvia haciendo crepes, montando nata y trufa para ver pelis en familia.
Y ahora yo soy la mamá. Y desde el principio la cocina se ha convertido en un espacio en el que las pitufas y los papis compartimos ratos, estresantes cuando vera lanza harina al suelo o a su hermana, o quiere comerse la masa directamente, sin pasar por el horno. Pero en general es genial que esas pequeñas cosas que disfrutabas de pequeña, las disfrutes ahora como mami.
Así que todo esto viene a colación del anuncio que veis arriba, y es que para mi, es un anuncio que da en el clavo, efectivamente el sabor del buen recuerdo te lleva a casa o a esos lugares que son hogar en momentos del año, te llevan con gente que quieres y experiencias bonitas. Más allá del uso o no del producto en sí, el anuncio mola y la chiquilla se tiene que haber llevado un alegrón. ¿Qué os parece el vídeo?
Post patrocinado por Knorr, todas las opiniones son mías.
Que tengáis un miércoles genial tenemos solecito, pero si se tuerce la cosa… nos han entrado ganitas de hacer un bizcocho o algo con las peques. Creo que vamos a probar un bizcocho de queso y zanahoria… si está bueno, compartimos receta. Besitos 🙂
A mí el vídeo casi me hace llorar porque tengo muy lejos a mi mami, que nunca ha sido muy cocinillas pero ese momento «sorpresón» cuando aparece la madre por la puerta es impagable. Besotes!!!!
Siii, yo recuerdo cuando estuve en Estados Unidos de intercambio, cuando llevábamos ya unas semanas y hablé por teléfono con mi madre… me puse a llorar y eso que tenía 17 años y un pavo de 300 kilos encima. La distancia nos pone tiernotas. Un abrazote 🙂
Mady te seguía hacia mucho (desde el primer blog!) y he vuelto a encontrarte. Me ha gustado muchísimo que especifiques que el post es patrocinado. Sé que no tiene nada que ver con la sinceridad de tus comentarios, pero estoy MUY cansada de la publicidad encubierta en internet.
El vídeo es precioso y el mensaje muy cierto!
Sí, normalmente las empresas serias lo piden. 🙂 Pues muchas gracias por pasarte por aquí!