La vida es Vera

Vera está a tres meses de cumplir 4 años. Vera es un personaje. Aclarando que tiene un genio potente que le sube desde los pies, por lo demás es… es Vera. Para que se entienda, hace poco hubo brote de piojos en el cole de Vera y en el de Nora, así que cada día yo revisaba cabelleras lindera en mano.

Inspección de Vera (ni un bicho en el horizonte):

-Vera, te toca.

-Vale, te dejo ver, pero no me quites a mis amigos, mi cabeza es su casa y están felices.

-Vera, si encuentro piojos los tengo que quitar.

-Noooooo, ¡son mis amigos! ¡Nesesitan una casa y yo les dejo mi cabeza!

Vera es que tiene amigos en todas partes. ¿Qué se le mete una astilla o un pinchito en la mano? Son sus amigos: Pinchito1 y Señor Pinchito.

Casi todos los bichos son sus amigos, menos las avispas, ella dice que las avispas se meten con sus botas de «tigre»(de leopardo) y dice que no le dejan comer frutos secos, que se los vienen a quitar. Dice que los saltamontes son muy fans, porque cuando ella canta aplauden. Ella va cantando siempre, en movimiento y cuando avanza, según saltan hacen ese sonido típico de saltamontes tamaño camión. Cada vez que uno salta y hace ese sonido, ella le hace una reverencia a modo de «gracias».

¡Ah! Otra cosa que le dicen las avispas es que es una princesa y ella no es una princesa, es una caballera con tutú.

Es amante del brócoli, la zanahoria y las mandarinas. Va bailando siempre y si lleva alguna prenda de la que cuelgue algo, no para de hacer bailar lo que esté colgando. Escucha música y es la fiesta padre. Le encanta pintarse de gato y maquillarse. Cuando se pinta los labios habla raro para que no se le vaya. Le encanta jugar con muñequitos y hacer diferentes voces en una conversación, se inventa cuentos, es muy calurosa, se niega a ir sin flequillo, le encanta echarse piropos y besarse en los espejos. Es muy cariñosa, le encantan los bebés (los de verdad, de los muñecos pasa bastante, prefiere imaginarse a sus hijos).

Tiene tantos amigos imaginarios que tienes que ir por casa con mucho cuidado, o preguntarle dónde andan, porque vas andando y de pronto grita: «¡Mamaaaaaaá!¡Pero que pisas a Sasuisa!». Y de pronto empieza a correr de un lado para otro de la casa como si fuese liderando una carrera con 100 acompañantes.

Es muy valiente en el sentido de enfrentarse a las cosas que le dan miedo para conseguir llegar a donde quiere. Hace poco estuvimos en el campo y en una expedición, había un tramo dificilillo y una mamá la escuchó decir: ¿Y si me mato?… Pues me mato. Y allá que fue.

Y es así. Es muy divertida, la verdad. Y sé que los cuatro y los cinco no van a ser fáciles con ese carácter tan fuerte que tiene, pero lo mimosa que es nos lo va hacer fácil. Ya no queda bebé, Vera ya es una niña aventurera, imaginativa y bondadosa con todas las criaturas que la rodean… si hubiese sido un animal el que la hubiese traído hasta La Tierra, sería un unicornio.

Y hasta aquí «Las crónicas de Vera». ¡Feliz jueves y feliz puente! ¡Besitos!