Esto es así, no voy a engañar a nadie, en este proceso tenemos días de mierda (no se me ofendan por el palabro, una es así). Días que desesperas, que parece que estás a punto de colapsar, que no ves la luz y te preguntas por qué todo a ti y todo a la vez. Y es que los hijos duelen mucho, duelen todo. Nora lloraba ayer: «Mamá, ¿qué he hecho mal? ¿Por qué me ha pasado esto? Me gustaría ser vosotros para estar bien». Y jo, qué difícil es a veces.
A esta tercera semana de «reposo» o encierro (vamos a obviar la otitis y bronquitis de Vera que no nos deja dormir, porque esto es lo normal de una nena que va a guarde), voy y le sumo que la gastroscopia que me hice en septiembre viene con una linfocitosis en el intestino delgado, que yo pensé que era por la Helicobácter Pylori, pero nop, la digestivo me dijo que eso es otra cosa, el lunes recojo los análisis de sangre para verificar que soy celiaca, con 30, tócate un pie.
Llevo desde el viernes sin comer nada de gluten… despido a mi querida avena y un riñón, porque la compra sale carísima. Y, disculpadme los celiacos, no sé si es que soy novata en este mundo, pero ya he bautizado «pan de mierda» a esa cosa blanca que nos intentan vender como pan. Y parece que es fácil porque existe Mercadona, pero no. Pasta, cruasanes (o croissants), panes, magdalenas, pasta, quesos, untables, masas, salsas, pasta… ay la pasta, fiambres… MUesly, mi muesly. Ay. Todo, todo lleva gluten.
Y es que yo soy así y lo quiero todo para mi. Si le saco el lado positivo es que tengo un reto por delante que es aprender a vivir de otra manera, a cocinar, a comprar, a salir. Un universo nuevo se presenta delante de mi y sé que puedo, no es la primera vez que afronto cambios así, que te aparecen como un hostión en la cara sin venir a cuento.
Así que descubriendo nuevas actividades con Nora, nuevas facetas suyas, ratitos fantásticos e infernales, siendo testigo del amor tan grande que hay entre Nora y Vera, que como buenas hermanas se pelean cada cinco minutos para volverme loca, pero cuando la peque tiene que ir al cole sin su hermana se despide con un mega-abrazo y le dice un «te quiero» que hace llorar a la mayor.
Nora también me ayuda con lo mío, me pregunta qué es lo que lleva trigo, qué cosas no puedo comer para cuando ella cocine. Tiene detalles que me matan de amor. Llevamos seis años de experiencias radicales en esta familia, a veces nos gustaría que todo fuese más fácil, que las limitaciones se esfumasen, que las dificultades no vinieran todas a la vez, a veces pesa mucho.
Pero es ahora, cuando se pone la cosa más difícil cuando Papi y yo nos sentamos en el sofá abrazados y damos gracias porque nuestras dificultades son superables, porque va a llegar un día que las cosas ya no sean tan difíciles. Porque el reposo no lo tiene que hacer Vera (que por algo la llamamos Motorita), porque lo mío sea la Enfermedad Celiaca y la han pillado antes de que fuera a peor y no sea una afección que necesite medicación. Nos abrazamos y nos tenemos el uno al otro y descubrimos que somos un gran equipo cuando las cosas se ponen de un chungo insoportable. Y porque llorar limpia y después siempre llega una sonrisa y nuestras hijas, por la noche están en sus camas durmiendo y en realidad no tenemos ningún problema que no tenga solución.
A veces los días de mierda traen sonrisas. Feliz semana.
melibea
Perfecta canción. Y tú misma te contestas. Aunque a veces mil cosas se juntan y algunas parecen un pozo oscuro, en realidad posiblemente son un túnel… y, al final, hay luz. Suerte con los resultados y ánimo con todo.
Maria
Gracias! Tampoco podemos pasarnos el día flagelándonos por lo que nos ha tocado. Estamos aprendiendo un montón de nosotros y Nora está desarrollando una paciencia infinita y con cinco años y medio se toma los análisis como algo súper interesante y hasta mira cómo sale su sangre y llena el tubo. Yo estoy alucinada con como lo lleva. Un besete!
Mis tortuguitas
No tengo mucho cuerpo para darte animos, pero ya verás como todo esto solo es una mala etapa. Una vez que te diagnostiquen lo tuyo seguro que vas a mejor. Seguro que tienes cerca alguna asociación de celiacos que te explican los pequeños trucos de las comidas.
En cuanto a Nora, ya verás como con el reposo se le va a pasar todo… como te dije ayer, seguro que es una etapa que la estais viviendo a tope las dos con vuestra compañia… es un gran aprendizaje.
Muchos animo!!!
Besotes!!!
Maria
Gracias Irene! Siempre para delante!
Mi Álter Ego
Así es como hay que verlo. Si las cosas tienen solución, hay que mirarlo con positividad. Eso no quiere decir que uno no tenga derecho a un poco de bajón o de pataleta pero siempre hay que mirar hacia adelante. Un besote!!!
Maria
El único problema que no se puede solucionar es la muerte 😉 Un besazo!
Piruli
Me encanta esa forma de pensar tan positiva después de tantas hostias juntas pero tienes razón, todo tiene solución y una vez que te haces a la idea todo es más fácil.
Ánimo y a sonreír!
Maria
Unos bailes o guerra de cojines y se nos pasan las penas. Muaka!
Trax
Pues sí, los problemas siempre vienen juntos. Pero juntos también se superan. Así que mucha fuerza!
Te doy una buena noticia? hay avena sin gluten!
Muaks
Maria
Si???? Qué me dices! Qué bien! Me acabas de dar una alegría que no te imaginas!!!!! Un besazo reina!
Lydia - Padres en Pañales
Madi animo!!! Me parte el alma lo dr qye llore Nora al despedirse de vera. Como se Quieren!! Desde luego se os ha juntado todo,pero como dices todo tiene solución y no es tan tan grave. Lo dr la celiaquía a estas alturas no lo esperaba! Yo pensaba que ya nacias con eso de serie o no.
Muchos besos y muchas sonrisas!!!!
Maria
Es que hay celiacos asintomáticos, yo empecé a tener algún síntoma a raíz del embarazo de Vera. Llevo toda la vida sin saberlo. Ahora entiendo las malas noches después de cenar pizza 😉 jajaja. Un besote!
hirosakicrea
En mi estado hormonosopreñil he terminado llorando con tu conclusión. Claro que sí nena! De todo se sale menos del cementerio y esa familia es para echarle morro y ganas como para parar un camión y salir adelante. Ánimo :*
Muy fan de tus pelos de colores!
Maria
Jajajaja, gracias, espero que no fueran lágrimas de peina, pero llorar es salud! jajaja. Claro que sí, un besote!
Noemí
Hola, sigo tu blog desde mi primer embarazo y siempre ha sido muy inspirador para mí. Así que, en primer lugar, enhorabuena!
No suelo comentar en blogs, pero en esta entrada me he sentido identificada. Me diagnosticaron la celiaquía a los 23 y fue un cambio tremendo. Es un mundo que no conoces hasta que no te toca de cerca, pero tranquila, que poco a poco le irás cogiendo el tranquillo. Verás qué satisfacción cuando hagas tu primer bizcocho sin gluten y tus nenas se lo quieran comer enterito de lo rico que está!
Te paso una web en la que te puedes orientar un poquito http://www.celiacoalostreinta.com/2013/04/celiaconovato.html
Como punto positivo de ser celiaca, en cada comida o cena con amigos, veo cómo piensan en mí y siempre hay un detallito que han comprado pensando solo en darme un caprichín. Verás como tu gente te mima más que nunca. 😀
Un abrazo y mucho ánimo!!
Maria
Gracias por los ánimos y por tus palabras 😉 Y muchas gracias por el blog! Jajaja, parece escrito para mi (celiaca a los 30, jajaja). A ver si es verdad, porque de momento parece que he perdido mi toque y los panes solo saben buenos calientes, al día siguiente no hay quien los coma. Lo que si he visto es que hay más celiacos de los que yo pensaba. Ya tengo info sobre la cerveza Aura, el pan pallas de Carrefour y que hay un libro de marcas. Poco a poco 😉 Un besote!
Ana
Como te digo siempre lo bueno de lo malo es que siempre crecemos,nos superamos y lo mejor, que nos hace más fuertes! Mil besos sin gluten!!
Maria
En eso tienes toda la razón, jaja. Un besete!