1. Pues estoy de acuerdo contigo, es maltrato. Y es una pena que a veces nos sale, p.e. zarandear a los niños y yo después de eso me siento muy culpable.
    Creo que lo físico es un apoyo a la comunicación, con una caricia comunicas amor, con cachetes o bofetones comunicas odio y malestar.
    No creo que sea necesario, ni muchísimo menos, un cachete a tiempo. Ni cachetes, ni insultos. Me parecen ambas una manera de ejercer poder físico y psicológico de lo más detestable, que no quiero usar con mis hijos porque no quiero que ellos lo usen con nadie cuando sean adultos.
    Y hay situaciones muy complicadas y que cuestan. Si alguna vez pienso que me he pasado, voy y les pido perdón, o me castigo fuera de la habitación (que es lo que les hago a ellos cuando se pegan).
    Bs

    • Es que creo que si no lo hacemos como lo haríamos con adultos, nos ponemos en una posición superior y no es así para nada, tenemos que aprender nosotros de ellos muchísimo más que ellos de nosotros

  2. No lo podías haber explicado mejor. Recuerdo un libro (pero no el título) que explicaba el mismo acto pero con diferentes actores, uno era un padre a su hija pequeña, el otro a su hija adolescente y el último a su pareja. Como en está última nos indignaríamos y diríamos que es maltrato, en la segunda nos indignaría un poco y en la primera lo veríamos como normal. Pero es el mismo hecho.

  3. Tenía ganas de leer tu entrada-reflexión después de lo que hablamos el otro día. Yo a la salida del cole a veces tengo ganas de pegar…pero a los adultos. Veo madres insultando y tirando del pelo a los niños. Yo quiero seguir siendo consciente (no perfecta) y seguir respetando a mis hijos. Aunque cueste.

    • ¡Tirando de los pelos! Madre mía, qué horror! Sin duda, cuesta mucho y lo tenemos tan interioridado que muchas hemos dado un cachete, pero cuando lo reflexionas, lo piensas y decides luchar contra ello es mucho mejor, al menos para mí. Muaka

  4. Yo no tengo hijos así que no puedo saber cómo los educaría pero la verdad es que nunca lo había visto desde el punto de vista del maltrato y me has dado que pensar. Un besote.

  5. Yo era de las firmes defensoras de esta teoría de lo beneficioso del cachete a tiempo ¡antes de que naciera mi sobrina! Y tras el nacimiento de mi propia bichilla ya ni te cuento lo que he cambiado de idea. Con mi sobrina me di cuenta de que en los 2 años y medio que tiene nunca ha tenido ningún tipo de comportamiento que justificase este tipo de agresión (aunque realmente creo que nada justifica lo de pegar a otro). Y con mi bichilla de 6 mesecitos es que no me imagino dándole un tortazo cuando empiece a ser consciente de sus actos ¡y mucho menos ahora!

  6. Yo trataré por todos los medios no perder la calma y de no pegar a mi hijo como castigo. A mí me daba mi madre de vez en cuando, o nalgadas o en la cara, o un tirón de pelos y collejas en plena calle, no, no se saca nada bueno, sólo que baje la autoestima de la persona agredida entre otras malas cosas.

  7. Uff, tema difícil. Los niños a veces nos sacan de nuestras casillas y es realmente difícil pararse a pensar antes de reaccionar. Tengo que reconocer que antes de que naciera mi niño yo misma he dicho la frasecita de turno innumerables veces, pero ahora… es increíble cómo me ha cambiado la manera de ver las cosas. De momento todavía no hemos empezado duramente con las rabientas, pero espero saber estar a la altura y no tirar por la vía más fácil.

  8. A mí me pasa como a Díasde48horas, antes de ser madre no lo veía tan mal…quizás porque lo había oído a mi alrededor muchas veces (incluso creo que a mi madre, que una sola vez en su vida me pegó una bofetada y estuvo lamentándose toda la semana…). Pegar sólo demuestra que nos hemos quedado sin recursos. Y sí, a veces cuesta reprimir las ganas de pegar, pero es nuestro deber enseñar con el ejemplo.
    Un abrazo.

  9. Mady, es que es maltrato. Y no me parece dura la entrada, me parece dura la conversación. La violencia es violencia y sólo engendra violencia: sea de quien sea hacia quien sea. Los adultos tenemos mucho que aprender todavía. Espero que dentro de poco tiempo leamos tu entrada y nos suene a algo muy muy lejano…
    Un beso fuerte

  10. Reconozco que hace tiempo dije lo de «un cachete a tiempo..» pero ayyy como cambia la historia cuando aprendes a ponerte en la piel de los demás, cuando aprendes a mirar con sus ojos. Nada justifica la agresión, y lo que cuentas de la señora esa que le llevaba de los pelos…¡madre mía!, ¿cómo esperara que la trate su hijo cuando sea mayor? Si no respetas, no te respetarán y No hagas a los demas lo que no te gustaria que te hicieran. A veces es complicado tener paciencia, pero como dices, con un adulto no nos planteamos abofetearle cuando nos saca de quicio ¿no?

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